¿Qué es la anafilaxia?
La anafilaxia, también llamada reacción anafiláctica o shock anafiláctico, es una reacción alérgica grave. Suele comenzar de manera muy rápida y si no se controla puede desencadenar síntomas muy graves e incluso mortales. Puede afectar de manera directa a muchos órganos, como por ejemplo, la piel, la nariz, la boca, la garganta, el pecho, el corazón, el tracto grastrointestinal y el sistema nervioso.
¿Cuáles son los síntomas de la anafilaxia?
Picor generalizado, inicialmente en la palma de las manos y de los pies
Erupción cutánea o eritema (urticaria generalizada –ronchas o habones-)
Hinchazón en cara (angioedema facial), en garganta boca, lengua, laringe (angioedema de glotis), hinchazón de otras partes del cuerpo.
Sibilancias (silbidos al respirar que producen dificultad respiratoria)
Opresión en el pecho
Voz ronca
Dificultad al tragar
Mareos, nauseas, vómitos
Diarrea, calambres abdominales
Piel pálida o rojiza por la erupción generalizada
Caída brusca de la tensión arterial, pérdida de conocimiento
Palpitaciones (taquicardia)
Causas
El sistema inmunitario genera anticuerpos que te protegen contra las sustancias extrañas. Esto es bueno cuando una sustancia es dañina, por ejemplo, algunas bacterias o virus. Sin embargo, el sistema inmunitario de algunas personas reacciona exageradamente a ciertas sustancias que normalmente no provocan una reacción alérgica.
Los síntomas de la alergia no suelen ser mortales, pero una reacción alérgica grave puede provocar anafilaxia. Incluso si tú o tu hijo tuvieron una reacción anafiláctica leve en el pasado, existe el riesgo de que sufran una anafilaxia más grave luego de una nueva exposición a la sustancia que causa la alergia.
Los desencadenantes más comunes de la anafilaxia en los niños son las alergias alimentarias, como a los cacahuetes y los frutos secos, el pescado, los mariscos, el trigo, la soja, el sésamo y la leche. Además de la alergia a los cacahuetes, los frutos secos, el pescado, el sésamo y los mariscos, entre los desencadenantes de la anafilaxia en los adultos se incluyen los siguientes:
Ciertos medicamentos, como los antibióticos, la aspirina y otros analgésicos disponibles sin receta médica, y el contraste intravenoso que se usa en algunas pruebas por imágenes
Las picaduras de abejas, avispas, avispones y hormigas coloradas
El látex
Aunque no es común, algunas personas padecen anafilaxia por el ejercicio aeróbico, como correr, o incluso por una actividad física menos intensa, como caminar. Ingerir ciertos alimentos antes de hacer ejercicio o ejercitar cuando hace calor, frío o hay humedad también se asoció a la anafilaxia en algunas personas. Habla con tu proveedor de atención médica sobre las precauciones que debes tener al hacer ejercicio.
Si no sabes qué desencadena un ataque de alergia, ciertas pruebas pueden ayudar a identificar el alérgeno. En algunos casos, no se identifica la causa de la anafilaxia (anafilaxia idiopática).
Diagnóstico de la anafilaxia.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la presencia de los síntomas anteriormente descritos con afectación de al menos 2 órganos, síntomas de aparición muy aguda en escasos minutos o en pocas horas.
Por ello en toda persona con una urticaria se le debe interrogar sobre posibles síntomas en otras partes del organismo y realizar un control de constantes vitales.
En todos los casos se debe hacer una anamnesis cuidadosa a fin de identificar un posible alérgeno o agente causante.
Actualmente disponemos de algunas pruebas de laboratorio que nos sirven de apoyo al diagnóstico de anafilaxia como son la determinación de los niveles plasmáticos de histamina y de triptasa. Esta última es la más utilizada.
La triptasa sérica se debe solicitar de forma obligatoria en toda sospecha de anafilaxia. Se eleva en sangre entre los 15 y 180 minutos del comienzo del cuadro, y vuelve a la normalidad a las 6-9 horas. Debería hacerse 3 determinaciones: la primera inmediatamente tras administrar el tratamiento, una segunda a las 2 horas del comienzo de la reacción y una tercera a las 24 horas para conocer los niveles basales.
Posteriormente será el médico alergólogo quien investigue las posibles causas del cuadro. Para ello, además de realizar una exhaustiva historia clínica, se dispone de una serie de pruebas cutáneas (intraepidérmicas y/o intradérmicas), analítica de sangre e incluso puede ser necesario realizar pruebas de exposición controlada. Estas pruebas consisten en administrar dosis crecientes del agente sospechoso, no están exentas de riesgo y siempre se deberán realizar en medio hospitalario y bajo la supervisión directa del alergólogo.
Tratamiento
La anafilaxia es una situación de emergencia que necesita atención médica inmediata. Revise las vías aéreas, la respiración y la circulación de la persona, que son conocidas como el ABC del Soporte Vital Básico. Un signo de advertencia de una hinchazón peligrosa de la garganta es una voz ronca o de susurro, o sonidos broncos cuando la persona está inhalando aire. De ser necesario, comience a dar respiración boca a boca y RCP.
Calme y tranquilice a la persona.
Si la reacción alérgica es a raíz de una picadura de abeja, raspe el aguijón de la piel con algo firme (como una uña o una tarjeta de crédito plástica). No use pinzas, ya que el hecho de apretar el aguijón liberará más veneno.
Si la persona tiene medicamento de emergencia disponible para alergias a la mano, ayúdela a tomárselo o inyectárselo. Evite medicamentos orales si la persona está teniendo dificultad para respirar.
Tome las medidas necesarias para prevenir el shock . Procure que la persona se tienda horizontalmente, elévele los pies más o menos 12 pulgadas (30 cms) y cúbrala con una chaqueta o manta. No ponga a la persona en esta posición si se sospecha una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o la pierna, o si esto causa molestia.
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