Angina
La angina es un tipo de dolor de pecho causado por la reducción del flujo de sangre al corazón. La angina de pecho es un síntoma de enfermedad de las arterias coronarias.
La angina, también llamada angina de pecho, se describe a menudo como una sensación de presión, pesadez, opresión o dolor en el pecho. Algunas personas con síntomas de angina dicen que se siente como si una prensa les apretara el pecho o tuvieran un peso grande sobre el pecho. La angina puede ser un dolor nuevo que debe controlar un médico, o un dolor recurrente que desaparece con el tratamiento.
Tipos
Atendiendo a las circunstancias en que aparece el dolor anginoso (como las que indican en líneas generales el mecanismo que lo provoca), se han propuesto diferentes clasificaciones. La Sociedad Española de Cardiología distingue tres tipos de angina:
Angina de esfuerzo: Provocada por la actividad física o por otras situaciones que implican un aumento de la necesidad de oxígeno en el corazón. Suele ser breve y desaparece al interrumpir el ejercicio o con la administración de nitroglicerina. A su vez, se clasifica en: inicial, si su antigüedad es inferior a un mes; progresiva, si ha empeorado durante el último mes en cuanto a frecuencia, intensidad, duración o nivel de esfuerzo en que aparece; estable, si sus características y la capacidad funcional del paciente no se han modificado en el último mes.
Angina de reposo: Se produce de manera espontánea, sin relación aparente con los cambios en el consumo de oxígeno en el corazón. Su duración es variable y en ocasiones los episodios son muy prolongados y parecen un infarto.
Angina mixta o inestable: Aquélla en la que coexisten la angina de esfuerzo y la de reposo, sin un claro predominio de una u otra. Tanto la angina inicial, como la de esfuerzo progresivo y la de reposo siguen formas de evolución imprevisible y su pronóstico es variable, por lo que también se agrupan bajo la denominación de angina inestable.
Síntomas de la angina de pecho
Iguales al Infarto de Miocardio o ataque al corazón, pero de distinta intensidad y duración:
Dolor, ardor y/o opresión en el pecho, que suele aparecer cuando se practica ejercicio y desaparecer
en reposo (excepto cuando se trata de una Angina de Pecho inestable). Puede acompañarse de dolor en otras
zonas del cuerpo como brazos, espalda, mandíbula o cuello.
Otros síntomas: ganas de vomitar, dificultad para respirar, pérdida de conocimiento.
Duración del dolor: entre 15 y 20 minutos.
Si tienes estos síntomas, consulta con tu médico. Actuar rápidamente es clave para minimizar las consecuencias.
Causas
La reducción del flujo sanguíneo al músculo cardíaco provoca angina de pecho. La sangre contiene oxígeno, que el músculo cardíaco necesita para sobrevivir. Cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno, se produce una afección llamada isquemia.
La causa más frecuente de la reducción del flujo sanguíneo al músculo cardíaco es la enfermedad de las arterias coronarias. Las arterias del corazón (coronarias) pueden estrecharse por depósitos de grasa llamados placas. Esto se conoce como ateroesclerosis.
Durante las épocas de baja demanda de oxígeno – cuando estás descansando, por ejemplo – el músculo cardíaco puede seguir funcionando con la cantidad reducida de flujo sanguíneo sin desencadenar los síntomas de la angina de pecho. Pero cuando se aumenta la demanda de oxígeno, como cuando se hace ejercicio, puede producirse una angina de pecho.
Angina de pecho estable. La angina estable suele ser desencadenada por la actividad física. Cuando subes escaleras, haces ejercicio o caminas, tu corazón demanda más sangre, pero las arterias estrechas disminuyen el flujo sanguíneo. Además de la actividad física, existen otros factores (como el estrés emocional, las bajas temperaturas, las comidas pesadas y el tabaquismo) que pueden provocar el estrechamiento de las arterias y ocasionar angina de pecho.
Angina de pecho inestable. Si los depósitos de grasa (placas) en un vaso sanguíneo se rompen o se forma un coágulo de sangre, puede bloquear o reducir rápidamente el flujo a través de una arteria estrecha. Esto puede reducir repentina y gravemente el flujo de sangre al músculo cardíaco. La angina de pecho inestable también puede originarse por coágulos que obstruyen total o parcialmente los vasos sanguíneos del corazón.
Diagnóstico
El diagnóstico de la angina de pecho comienza con la sospecha clínica tras sufrir dolor y concluye con la realización de determinadas pruebas que ayudan a descartar otras patologías cardiovasculares, como un electrocardiograma. Las principales pruebas que realizan los médicos son:
Prueba de esfuerzo: También denominada ergometría. Esta prueba es la más utilizada para determinar el diagnóstico y obtener información sobre el pronóstico de la patología.
En la prueba el paciente realizará ejercicio físico en una cinta de correr o en una bicicleta estática mientras el médico evalúa si hay dolor mientras realiza la actividad y cuál es la respuesta eléctrica del sujeto (si hay cambios en el electrocardiograma).
Arteriografía coronaria: Se realiza a través de un cateterismo y se inyecta un contraste. Es el método de referencia para diagnosticar las estrecheces coronarias y suele realizarse para corregir las estrecheces de las arterias (dilatación e implantación de stent) en casos con pronóstico malo.
Tratamiento de la angina de pecho
El dolor en el pecho se puede aliviar con:
Reposo. Excepto cuando se trata de una AP inestable, ya que el reposo no suele aliviar el dolor.
Medicación. La Nitroglicerina es un medicamento que relaja las arterias del corazón y otros vasos sanguíneos para aumentar el suministro
de sangre al miocardio. La medicación no suele ser efectiva para aliviar el dolor cuando se trata de una AP inestable.
Intervenciones quirúrgicas. En casos extremos, se deberá introducir un stent o realizar un bypass. Ver más
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